Los ladrones emplean gran cantidad de técnicas para entrar en hogares, empresas y en cualquier inmueble que sea vea desprotegido en sus puertas y sistemas de cerrajería. Las técnicas que los ladrones emplean para robar en casas, pueden dividirse en dos grandes categorías: aquellas que se sirven de métodos invasivos y aquellas otras que son realizadas cuidadosamente, sin dejar rastro y sin romper la instalación.
Estas últimas son las más peligrosas para las viviendas, ya que dan acceso a mayor número de sistemas de cerrajería. Entre los métodos más peligrosos para realizar robos, está el bumping. Con este tipo de robo, los ladrones acceden a cerraduras en apariencia fuertes y que pueden ser nuevas y recién instaladas. Solo con cerraduras que incorporen cilindros anti bumping, es posible detener este método de robo. Se trata de una técnica relativamente sencilla de realizar, una técnica que implica la utilización de una llave preparada un martillo para golpearla una vez se inserta en la cerradura.
También está el procedimiento del impresioning, por el que los ladrones consiguen una llave para tener acceso a la cerradura. La manera de conseguirla es a través de un molde que fabrican en el interior de la propia cerradura, a través de papel de metal. Una de las maneras de impedir el robo por impresioning, es mediante la incorporación de cerraduras electrónicas.
Las técnicas de robo más bastas y violentas implican métodos como el taladro, la palanca o la sierra. Para detener estas técnicas, lo más adecuado es hacer instalar puertas blindadas, acorazadas y elementos de protección especial, como escudos protectores.
En todo caso, los usuarios deben tomar medidas para evitar robos a pesar de que hagan instalar cerrajería anti ladrones de calidad. Entre los consejos para evitar robos, destaca tener un control total sobre las llaves y cambiar el bombín o cerradura cuando se sospecha de que alguna copia puede estar en manos peligrosas.